En el mundo de la imprenta existen tres sistemas de color relevantes: RGB (para pantallas), CMYK (en cuatricromía, para proyectos impresos con fotografía a color) e impresión con Pantone. Hoy nos centramos en el último y en el proceso para llevar a imprenta referencias de este catálogo de códigos.

En la actualidad, no hay diseñador que no tenga una pantonera en su estudio. Esta herramienta resulta esencial para imprimir los colores sin llevarnos sorpresas en los resultados finales. Independientemente del lugar en el que nos encontremos, el sistema de tinta Pantone para la igualación de colores es el más utilizado de manera internacional.

Hace casi un siglo, lo habitual en la imprenta eran las máquinas de un solo color, hasta que, a principios del siglo XX, las máquinas de cuatricromía comenzaron a extenderse en las imprentas por el uso del estándar CMYK y la separación de colores. El sistema Pantone, original de los años 50, se basa en tintas directas previamente mezcladas y de las que han surgido colores únicos, los cuales (por desgracia) en la impresión CMYK offset o digital no existen. Por esta razón, la mayoría de los trabajos impresos suelen serlo en cuatricromía (CMYK).

Pero, ¿cómo utilizan el Pantone las imprentas? El uso de tintas directas es una práctica muy relacionada con las imprentas offset. Muchas empresas desean conseguir resultados muy específicos con el color (tan específicos que el CMYK no puede proporcionar), por lo que suelen utilizar las pantoneras. Es el caso del famoso morado de Milka o el inconfundible rojo de CocaCola.

«Las pantoneras indican la tinta necesaria en cada caso para fabricar el color que se desea. Si el pedido es grande, se pide la tinta al fabricante. Si es pequeño, se mezcla todo a mano con un peso de precisión», explica Dani Matoses, director de Impresum.

El fabricante de tintas debe tener una licencia profesional de Pantone para fabricarlas. El impresor, en este caso, «fabrica, por ejemplo, 500 gramos de una tinta expresamente para un trabajo, pero el restante se lo queda. Porque a veces puede usarse en otro trabajo. En definitiva, es como fabricar pintura», apunta.

Antes de embarcarte en la impresión con el sistema Pantone, debes tener en cuenta que, en un primer momento, el proceso será más caro de lo que estás acostumbrado. Esto ocurre debido a que la tinta que vas a utilizar para tu trabajo es muy específica y que la mayoría de máquinas offset son de cuatro colores y se usan para el CMYK. Una buena opción es usar dos tintas Pantone si el trabajo lo requiere, pero económicamente no será muy rentable usar más de dos.

Asimismo, es crucial no descuidar el material de impresión. Es importante conocer el tipo de soporte que se va a emplear; es decir, qué tipo de papel y cuál puede ser el resultado de la impresión en él.

Beneficios de imprimir tinta pantone

Imprimir tintas directas también tiene sus beneficios, como, por ejemplo, el equilibrio en costes. Al ser un color unívoco, la impresión no dará lugar a equivocación. Por esta razón, compensarás ese pequeño coste inicial que requiere la máquina offset con la eliminación del margen de error durante la impresión. Es decir, si se usa un fondo gris, es más fácil que salga uniforme si es Pantone que si es CMYK mezclando colores. Y ocurre lo mismo para textos muy finos en ese mismo gris.

Otro beneficio de imprimir con tinta Pantone es la notoriedad de marca que genera. El color corporativo reproducido con el mismo acabado en cualquier superficie o producto aumentará el conocimiento y recuerdo de tu marca. Se trata de un aspecto fundamental para el packaging si vas, por ejemplo, a un lineal de un supermercado.

Una curiosidad y, a la vez, un ejemplo del uso de Pantone, es el caso del Banco Sabadell. Hasta hace una década, la entidad utilizaba un azul corporativo para sus productos (cartillas, papelería corporativa, tarjetas, cartelería, etc.) basado en sistemas Pantone y CMYK. Por lo que no siempre coincidía el resultado final con la tonalidad de azul esperado y, además, se parecía mucho a otro banco que podría ser su competencia.

El banco decidió unificar e utilizar un Pantone que sí reflejara la misma tonalidad: el Pantone Process Blue (más fácil de aplicar, incluso en CMYK). Sin embargo, la página web y las apps del banco siguen manteniendo un color no disponible en máquinas offset ni de impresión industrial (de momento). El propósito es hacer que su color azul sea más eléctrico en el mundo digital que en el mundo físico. No es exactamente el mismo resultado, pero sí que es cierto que no se suele escoger un banco u otro por su color en una caja. Así que, se tolera que haya dos colores diferentes entre lo digital y lo físico.

En cualquier caso, debes consultar tus dudas con el técnico de tu imprenta antes de enviar a imprimir tus trabajos. Él podrá ayudarte a gestionar la impresión para conseguir el resultado que estás deseando.

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